miércoles, 4 de mayo de 2011

Encuentro

Pig (se dopó con Hamsycilina de 500)

Pues bien ahí estaba Rohan a 10 años de haber dejado de ver a Romina la chica de sus sueños, en un encuentro casual como de costumbre intercambiaron saludos y el clásico ¿cómo estás? que a veces ni se responde. Rohan ante la emoción de verla igual de bonita tal cual la recordaba la cito en un café con el pretexto de ponerse al día, ella acepto mientras se acercaba aquella despedida apresurada.
Al día de la cita Rohan llego caminando al lugar acordado, con un caminar que se acompañaba de una mirada perdida, fija hacia un punto cualquiera como si estuviera pensando algo profundamente cuando la verdad era que no sabía ni que pensar de la emoción y el nervio que lo agobiaba. Lentamente se acerco a la puerta del lugar hecho un vistazo al interior del lugar y ordeno una mesa para dos. Rohan sin saber donde acomodar las manos o que postura tomar vio pasar algunos minutos hasta que Romina "llego" hubo un saludo emotivo y tomaron asiento frente a frente en aquella mesa chica e intima, el ordeno dos capuccinos calientes, en lo que llegaban hubo comentarios sin sentido de como habían llegado al lugar, para que cuando los capuccinos estuvieran en la mesa comenzaran las preguntas que iniciaron el interés del encuentro
Rohan quiso comenzar y dijo:
"Gracias por aceptar y mas por venir ya que hay tantas cosas que cambian al paso del tiempo. Me case ¿sabes? tengo dos hijos, en el trabajo me va muy bien a mis niños no les falta nada y he realizado objetivos personales que me nutren mucho, pero a mi matrimonio le falta todo, mi cuarto es demasiado frió que no sé que es lo que me ata a seguir con una persona que no le nace ni preguntar ¿cómo me fue? después de un día de trabajo. ¿sabes una cosa? aun me pregunto ¿cómo sería mi vida si me hubiera casado contigo? sé que no hubieras aceptado, pero el día que te vi y me puse de acuerdo contigo para esta cita sentí los mismos nervios que tenia a mis 18 años y me disponía a cruzar el patio para entablar una conversación contigo.
Te amo... y no sé por qué, tal vez después de tantos años ya lo hubiera superado y debería madurar, pero no, tal vez después de ti nunca pude controlar el sufrimiento y volví a ser el mismo tonto que no se preocupaba por conocer a las personas que se acercaban a su vida y se quedaban en ella poco o mucho tiempo y así paso hasta que decidí seguir fingiendo y casarme en una relación auto destructiva. Y hoy este día, aun puedo decir con cinismo que no se qué hacer, si salir corriendo a buscarte en un intento del cual se la respuesta de lo que va a pasar o resignarme.

...Pero bueno no s si he hablado de mas mejor cuéntame que hay de ti"

Fue cuando Rohan alzo la cara y vio que el capuccino de Romina se había enfriado y había pasado hora y media divagando en un sueño porque Romina jamás llego a la cita ...


domingo, 1 de mayo de 2011

Despertar con mal de amores


       Pig (tomó Rulium)

Hace horas ya que salí de la Corte del Rey Carmesí, supongo que debí haberme quedado dormido ante semejante presencia; una nueva falla onírica me hace caer frente al silencio que embarga al amanecer, debieron ser al menos las cuatro de la mañana cuando King Crimson decidieron retirarse, fatigados de velarme el sueño, sabedores de que habría de perderlo al primer atisbo de que me he quedado solo de nueva cuenta en la habitación. El calor exprime mi piel hasta dejar en ella el sabor salado que carga el mal de amores, ésa perra sensación que experimenta uno cuando la musa que tanto le roba el sueño yace distante, fría, altiva y esquiva ante las caricias que reclaman su inexistencia; su aroma insiste en no dejarla morir, pero, ¿qué se puede hacer cuando la musa se ha cansado ya de inspirar no más que vagas expresiones de un amor cada vez menos manifestable?
         La habitación entera apesta a llanto, a ése llanto seco que se aferra a las mejillas esperando humedecerse apenas el recuerdo toque a las puertas de una sesera carcomida hasta lo insufrible, empeñada en concebir soluciones y estrategias que de infalibles sólo tienen el adjetivo, pues al primer encierro en el ruedo se desmoronan, parecidas a las almas de ésas mujeres a quienes Stendhal recriminaba su renuencia a vivir amores ilícitos; sin embargo, ¿qué de lícito hay en el amor, cuando sabemos que se cuela por cada poro sin avisar y acaso pidiendo permiso a las entrañas? Nada, absolutamente nada; para amor lícito el único que vale es el platónico, sin dañar a los involucrados, provocando sólo el sufrimiento de aquel que decide padecerlo, pero siempre con el pleno conocimiento de dicho sufrimiento y antelando su llegada.

        
¡Despertar con mal de amores y a mitad de semana! Normalmente estaría planeando el siguiente movimiento para derrochar un nuevo fin de semana, pero heme aquí, rogando por una cura, pidiendo que se me arranque éste cáncer que nadie más que yo se ha procurado; pero es que al fin, el amor es así, no pide permiso: se apropia de quien le da asilo para luego exigir ser compartido cual gripa en pleno invierno. Peor aún, a diferencia de tal enfermedad, cuando uno contrae el mal de amores, no quiere descansar, le aterra quedarse dormido, espantar a los fantasmas y acoger a los demonios, pues sabe que en cuanto el Sol se asome por donde los ojos aún no alcanzan a llegar, lastimero y lascerante como un trago de fuego, despertará uno con la amargura que provoca ése maldito, ése maldito conocido como mal de amores.